Per: Miguel Fernandez Rivera.-
Días de tinieblas en confín,
Que son eternos en tan duro letargo,
Minutos que esperas consumir,
Horas que la manecilla no ha avanzado.
Noches largas, duras de dormir,
Esperando al despertar lo anhelado,
Que el mensaje de números haya descendido,
Y la pocima salga a la luz para curarnos.
Que las fronteras nos dejen de esclavizar,
Que las personas nos podamos dar la mano,
Que los aplausos, ahora con fervor,
Se fundan en besos y abrazos.
Que podamos hablar cara a cara,
Que el mar y las montañas sean nuestros aliados,
Que gozemos libres de nuestro sol,
Que la actividad retorne con trabajo.
Que el mal sueño se borre de la mente,
Sin olvidar nunca a nuestros sanitarios,
Ni los que han patrullado por el orden y el deber,
A ellos, a estos, y a los otros… ¡Hay que felicitarlos
